domingo, 18 de abril de 2010

Por el amor de Dios

Hay un tipo tirado en un portal
de la avenida Callao
Tiene un brazo extendido
Pide algo
Las personas miran a otro lado
Apuran el paso
Aprietan el dinero
en los bolsillos
Se sienten agredidos
y se defienden
El tipo no habla
pide algo
pero no es un mendigo.
Es un borracho
Me parece que ya sé
lo que le pasa
-¿Le doy una mano para levantarse jefe?
- Sí, ¡gracias!(sonrió)
Eso era todo

5 comentarios:

  1. Apenas una mano, y nos negamos a darla...
    Qué raza contradictoria y pérfida la nuestra !!

    Con ésto y tu cuento de Navidad,
    moverás montañas, Poeta Imperfecto.

    Beso inmenso


    SIL

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  2. Los pobres, los borrachos y los locos producen esos raros efectos en las personas. Parece que un foro de seguridad interior les aconseja no mirar ni tocar aquello que pueda hacer visible y palpable sus propias miserias y extravíos.
    Menos mal que también andan por la calle desaforados como usted.
    Precioso este poema por el amor del hombre

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  3. La gente no los mira, les tiene miedo... pánico en realidad. Sólo es cuestión de hablar, pero no todos poseen tiempo o ganas.

    Besos!

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  4. qué brava es la sugestión!!!
    Me encantó el intento colega.
    El remate genial. Se publica.

    Abrazo,

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  5. A veces no defendemos con los ojos ciegos y nos cegamos ante la verdadera ofensa, por el amor de Dios, abramos los ojos.

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